Consejos



Cuando uno viaja por primera vez a alguna ciudad siempre planea cosas que hacer, dónde ir, qué comer o qué ver, pero lo hace sobre la teoría, y de la teoría a la práctica, algunas veces, suele haber mucha distancia.

Por este motivo hemos pensado que sería una buena idea dar algunos consejos que nuestra experiencia en Roma-Italia nos ha aportado, para que así sea un poco más fácil planificar el viaje, o al menos para saber cosas que en las guías de viaje no suele aparecer.
 
Aquí tenéis algunos consejos que os pueden ser útiles:



DORMIR

En Roma encontrar alojamiento es fácil, hay muchos hoteles, casas de huéspedes, apartamentos… adaptados a todo tipo de bolsillos. Lo recomendable es quedarse lo más céntrico posible aunque cueste un poco más, para evitar depender todo lo posible del autobús y del metro.

 La opción de alquilar un pequeño apartamento es interesante, no suele haber mucha diferencia de precio con un hotel y te permite tener tu propia cocina para ahorrar el dinero de comer fuera.

En Roma los supermercados se encuentran fácilmente incluso en el centro. El más habitual es Despar, aunque también os encontraréis Billa, Tuodí y Carrefour Express entre los más habituales.
Es recomendable evitar los alrededores de Termini y Piazza Vittorio Emmanuele. El resto de la zona centro es bastante segura.



TRANSPORTES 

Durante estos meses en los que hemos probado todo tipo de transportes, desde el autobús que comunica pequeños pueblecillos de montaña al tren de alta velocidad en primera clase, pasando por el algún que otro funicular y toda modalidad de ferrocarril existente.


El tren
El tren es una buena forma de moverse desde Roma y desde cualquier ciudad grande o mediana. Hay una gran variedad de trenes, desde el Regional (R) a la Freccia Rossa (FR). Nosotros, salvo para recorrer grandes distancias, nos hemos movido en Regional o Regional Veloce (RV) que son los más baratos, y siempre en segunda clase porque apenas hay diferencia entre ésta y primera. Es cierto que tardan un poco más de tiempo o hacen más paradas, pero en comparación con la Alta Velocidad (Freccia Rossa, Freccia Bianca o Freccia Argento) el precio sube bantante, y con el siguiente tren en la escala, los Intercity (IC) también suele haber una diferencia económica grande en relación a la calidad del viaje-tiempo de ambos trenes.

No contéis nunca con que algún medio de transporte llegará puntual, ni siquiera los trenes de alta velocidad, en los que hemos visto retrasos de más de noventa minutos. Así que intentad no tener que hacer transbordos y, si son necesarios, que haya un buen margen entre un tren y otro.

También es posible que el tren sea suspendido en el último momento y, a cambio, haya un autobús sustitutivo que sale de algún punto no señalado enfrente de la estación y que puede retrasarse en llegar más de una hora, así que mucha paciencia.

Los billetes los podéis sacar tanto por internet como en las estaciones, y dentro de estas en las ventanillas o en las máquinas self-service. Si no os dan miedo las pantallas táctiles y/o tenéis prisa la modalidad self-service es la que más os recomendamos, primero porque os evitaréis las largas colas que hay en las grandes estaciones, y segundo porque su uso es sencillo y rápido. Podéis poner el menú en varios idiomas, entre ellos español, y escoger el horario e incluso encontrar billetes más baratos si pulsáis en su momento la casilla "promo" (si compráis el billete con bastante antelación es habitual que encontréis la tarifa Mini, o si vais y volvéis en el mismo día también podéis encontrar algún descuento, siempre que viajéis en alta velicidad).

En las estaciones y sus alrededores se concentran personas que viven de lo ajeno. Desconfiad hasta de vuestra sombra y no perdáis nunca de vista vuestras cosas, ya sea en los bolsillos o en la mochila, y sobre todo si lo dejáis en el suelo, ya que triquiñuelas para quitaroslas hay miles.

Cuando os montéis en el tren no dejéis las mochilas en la parte superior hasta que haya arrancado el tren y no la pongáis nunca en un sitio donde no podáis verla. A nosotros nos robaron una mochila así…



MONUMENTOS

Italia tiene una variedad cultural increíble, y no sólo en las grandes ciudades, si no que cualquier pequeño pueblo está lleno de vestigios antiguos, tiene iglesias interesantes y con suerte, castillo y museo local. Lo recomendable es informarse todo lo posible antes de ir, especialmente de los horarios, porque al llegar os podéis encontrar que están cerrados.

 Viajar en agosto a algunas ciudades carece de sentido. Es el gran mes de vacaciones y están más tranquilas de lo habitual, apenas hay tráfico... pero los monumentos y museos ¡también pueden estar de vacaciones!

Los monumentos suelen cerrar al mediodía, a veces entre las 11:30 y las 15:00 horas puedes encontrarte con que no hay nada abierto. Por la tarde, a partir de las 17:00 también comienzan a cerrar. ¡Ah! Los horarios pueden variar según el día de la semana, así que atención y suerte.

A veces los museos tienen salas cerradas sin ningún motivo, o las abren sólo unas horas al día, como la última planta del Bargello. Es aconsejable preguntar al personal porque es posible conseguir que te dejen verlas.

En Roma las iglesias son gratuitas, pero en Florencia no, por ejemplo. Visitar un buen número de templos y monumentos puede suponer un gran desembolso de dinero, aunque hay que prestar atención a los descuentos, en general, por edad (hasta los 18 y desde los 65, y de 19 a 25 años) y por profesión (estudiantes y las vinculadas con el arte y el patrimonio). En todos los casos necesitaréis de un carnet que lo demuestre.

 Muchas veces, los diferentes tipos de descuento no están escritos por ninguna parte o tan sólo hay un resumen de ellos, así que preguntad en la billetería a ver si hay suerte.


 Los vigilantes de las iglesias y de las salas de los museos suelen saber muchas cosas curiosas que están dispuestos a contar a los visitantes interesados en escucharles, en general son agradables cuando se les pregunta.

 En algunas iglesias se prohíbe el acceso a los que no van vestidos correctamente, así que evitad las faldas y pantalones cortos y enseñar los hombros, o llevad con vosotros un pañuelo para cubriroslos.




Estos son nuestros primeros consejos, poco a poco iremos ampliándolos con más información y nuevas secciones.

Como conclusión, sólo decir que, a pesar de todo lo malo que pueda tener, Italia es Italia, con sus desesperantes retrasos y sus encantos que la hacen única.

Buen viaje,

Luis y Nerea